Las damas del Regnum Christi jugaron un papel fundamental en hacer realidad este evento. Su apoyo desinteresado y generoso demuestra el profundo compromiso con el bienestar y el desarrollo espiritual de los niños y la comunidad en su conjunto. Al aceptar la responsabilidad de ser madrinas, han asumido el deber de guiar, apoyar y nutrir el crecimiento espiritual de estos pequeños.
El acto de ser madrina en un bautismo es más que un título ceremonial; es un compromiso profundo de orientar al ahijado en su vida espiritual y servir como modelo a seguir. Implica estar presente en los momentos importantes de su vida, ayudar en su educación religiosa y brindar amor y apoyo incondicional a lo largo de su trayecto.